Recientemente se ha descubierto que las células madres pueden convertirse en otro tipo de células, lo que antes se limitaba a los trasplantes a dado un gran e importante giro en la investigación y aplicación de ellas en el tratamiento de diversas enfermedad.
La aplicación de células madre en órganos como el corazón, el hígado, los riñones o el páncreas permitirá tratar enfermedades malignas como el cáncer de ovario, de testículo, de mama o de pulmón. En un futuro podrán tratarse enfermedades como artritis reumatoide, esclerosis múltiple, SIDA.
Por otra parte, las células madre serán capaces de ayudar a la regeneración de tejidos como el cardíaco, hepático, pancreático y de córnea. Asimismo, ayudarán a la regeneración de células sanas en tratamientos con radiación o quimioterapia.