Su primera preocupación es encontrar una peluca, eso nos dice mientras su voz se quiebra y suspira, nos hace saber que se enfrentan a un proceso para el cual nadie está preparado. Vivir la vida se convierte en una prioridad, disfrutar del hoy es la única certeza.
Octubre rosa nos hace reflexionar, nos invita a comprometernos en una lucha que sin duda vale la pena, una lucha personal, profesional y familiar por encontrar un porqué pero más allá de eso por encontrar un alto. Alto a perder más mujeres durante la batalla, alto a los silencios incómodos por no saber cómo expresar nuestra solidaridad. Alto a las noches en vela, a los llantos apagados, alto al miedo de no tener una oportunidad.
‘Entiendo cómo te sientes’ es una frase hecha que ponemos en común intentado ser empáticos pero, la verdad, no sabemos cómo te sientes, no sabemos lo difícil que puede ser este proceso y quizá sería mejor decir no entiendo como te sientes pero no importa, estoy contigo.
Porque lo más importante es estar, estar con nuestras amigas, nuestras abuelas, nuestras madres, nuestras tías, nuestras hermanas, aquellas que no enseñan a vivir la vida a pesar de todo, a pesar de que cada noche sea un capítulo del cual no se conoce el final, aquellas que nos enseñan a cerrar los ojos pensando, que aunque este fuese el último día, hemos intentado descubrir que lo que verdaderamente vale la pena es estar.
El Día Internacional contra el cáncer de mama tiene una misión más que importante, nos hace conscientes de aquello que pasa aunque nos cubramos los ojos, aunque perdamos contacto con quien lo sufre en un intento de suponer que todo estará bien.
El Día Internacional contra el cáncer de mama es un día para expresar que formamos parte de la batalla, que estamos aquí y que estamos unidos, pues quien está pasando por este duro trance necesita saberlo.
Es un día para que seamos honestos, es un día para reflexionar, un día que nos permite expresar que creemos en un futuro y que no hay acción pequeña para sumarnos en la lucha por encontrar una solución.
Las investigaciones hacen su parte pero nosotros como amigos, compañeros, parejas, hijos, sobrinos, nietos debemos sumarnos para hacer la nuestra, volcar nuestros esfuerzos en disfrutar minuto a minuto la vida de aquellas personas que están con nosotros y hacen su mayor esfuerzo por tranquilizarnos, por darnos esperanza y por hacernos sentir que todo estará bien.
El equipo de Salud para la Mujer y el Dr. Rafael Solano se une a la lucha contra el cáncer de mama pintándose de rosa por las mujeres y los hombres que luchan cada día, por los vencedores y especialmente por aquellos que no han conseguido librar esta dura batalla, por sus familias, sus amigos y sus médicos para que cada minuto se dé un paso más para encontrar la solución.