El ovario es el sitio de localización más frecuente de la endometriosis, pudiendo provocar el desarrollo de quistes en su interior denominados “endometriomas”. Éstos se pueden desarrollar hasta en el 40% de las mujeres que tienen endometriosis y pueden llegar a crecer hasta 15 cm.
El ultrasonido endovaginal constituye una prueba diagnóstica extraordinaria. Se puede detectar la imagen del quiste endometriósico dentro del ovario con ciertas características que apoyan su diagnóstico, además de que el estudio vascular realizado durante el mismo, ayuda también para ello.
En la imagen se puede apreciar la silueta ovárica y en su interior se delimita el quiste en su interior llamado “endometrioma”. El tratamiento del endometrioma es quirúrgico.