¿Sabías que el botox podría solucionar la cistitis?

Toxina botulínica y cistitis intersticial

La toxina botulínica, conocida comúnmente como botox,  proviene de una bacteria llamada Clostridium botulinum. Su mecanismo de acción consiste en producir una parálisis neuromuscular en el sitio donde se aplica. Su uso estético es muy conocido sin embargo, su aplicación médica es más desconocida.

En la urología ginecológica, el botox también tiene utilidad para solucionar ciertos padecimientos como la cistitis intersticial caracterizada por urgencia urinaria, frecuencia urinaria, orinar varias veces por la noche y mucho dolor al orinar.

La aplicación de esta toxina en el interior de la vejiga se realiza mediante un procedimiento ambulatorio y su efecto varía de acuerdo a la dosis utilizada, pero puede ofrecer una mejoría de hasta el 80%, por esta razón, se considera un tratamiento efectivo y muy prometedor para estos caso.

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